Weimer, W. y Palermo, D. (Eds.) (1974). Cognition and the Symbolic Processes. Lawrence Erlbaum: New Jersey
Este libro está basado en una conferencia celebrada en la Universidad Estatal de Pensilvania en 1972, dos años antes de la publicación. Comprende documentos presentados en la conferencia, la discusión de esos documentos, tres documentos adicionales escritos de forma posterior a la conferencia y una «Descripción general de una conspiración cognitiva: reflexiones sobre el libro», de Walter Weimer.
Estas conferencias y discusiones reunieron a psicólogos y lingüistas en una época y contexto marcado por un descontento general respecto a los modelos psicológicos experimentales y explicativos de la época, de corte conductista. El tono del volumen completo, no disimulado, es ese: una acentuada crítica a las explicaciones basadas en Pavlov, Watson, Thorndike, Skinner, etc.
Este libro puede ser reconocido actualmente como un hito, no tanto por esa crítica al conductismo en su explicación del lenguaje, sino la atención particular que se vierte hacia el problema del significado, su tratamiento cognitivo y lingüístico. Es interesante notar que aunque el modelo desde donde se plantea un cuerpo impresionante de evidencia empírica crítica hacia el conductismo no resulta claramente delineado, es posible reconocer a la luz de los años que la perspectiva cognitiva actual y la comprensión constructivista fueron adquiriendo forma en estas iniciales discusiones respecto a datos experimentales. Como Weimer señala en su resumen, citando a Thomas Kuhn, incluso un paradigma inadecuado sobrevivirá a menos que haya un paradigma superior disponible para reemplazarlo. El nuevo paradigma, es una «psicología cognitiva» que reconoce el papel decisivo de la conciencia y la elección en acción humana.
El libro comienza con el capítulo de William F. Brewer titulado No hay evidencia convincente de condicionamiento clásico u operante en humanos adultos. En este capítulo, Brewer examina el diseño de aproximadamente 500 experimentos relacionados con el condicionamiento en humanos adultos, concluyendo que «no hay evidencia» de que esto alguna vez ocurre. En su discusión final, admite que es muy difícil metodológicamente controlar el grado en que la conciencia del sujeto adulto pueda controlarse al punto de que las expectativas y actitudes no afecten los resultados experimentales (es justo notar que después de décadas de publicado este libro, la evidencia al respecto se ha acumulado en lo que ahora es denominado la «imposibilidad» del control de expectativas en la investigación experimental psicobiológica). De los muchos experimentos revisados, Brewer argumenta que la mayoría resulta mucho más de acuerdo con las predicciones cognitivistas que con las conductistas. En el siguiente capítulo, D. E. Dulany no está completamente de acuerdo: los experimentos «no respaldan de manera crucial la teoría cognitiva en oposición a la teoría del comportamiento «(p. 41); los problemas metodológicos son evidentes, pero propone posibles formatos para corregir tales falencias. Propone que las teorías conductistas podrían utilizar «supuestos auxiliares creíbles fundamentados…. para comprender el rango de evidencia «(p. 55).
El tercer capítulo es una transcripción de la discusión de ambos autores.
Los capítulos 4, 5 y 6 tratan sobre la relación entre lingüística, cognición y significado. John Robert Ross (lingüista) y James McCawley tratan la comprensión del significado y del referente, en una perspectiva que actualmente es coherente con las bases epistemológicas de propuestas narrativo – constructivistas como las sugeridas por nuestro equipo en Cipra.
El capítulo 7 escrito por William Mace presenta algunos conceptos centrales de la propuesta de James Jerome Gibson, psicólogo norteamericano fallecido pocos años después de la publicación de este libro. Gibson es considerado uno de los máximos expertos en el campo de la percepción visual. La obra más conocida de Gibson, La percepción del mundo visual (1950) sienta las bases para un rechazo al conductismo metodológico, e incluso (posteriormente) cognitivo.
El capítulo 8, escrito por Michael T. Turvey (conocido por su trabajo pionero en psicología ecológica y en la aplicación de los sistemas dinámicos al estudio de la conducta motriz; junto con William Mace y Robert Shaw fue divulgador del enfoque de Gibson, y con Scott Kelso y Peter Kugler introdujo las conceptualizaciones de los sistemas complejos a la comprensión de la percepción y la acción) se titula Teoría constructiva, sistemas perceptuales y conocimiento tácito (página 165). El capítulo 9 transcribe la discusión Mace – Turvey, que sintetiza varios puntos en común, planteando algunas áreas de posible investigación.
En el siguiente capítulo (la presentación de Bransford y McCarrell) se tratan aspectos del significado, a través de una óptica lingüística, como son los conceptos cargados de sentido, comprensión, estructuras de referencia, la relación entre lingüística y psicología cognitiva, etc.
El capítulo 11 Hacia comprender la comprensión es la presentación de Jeffery J. Franks (profesor de psicología de la Universidad de Vanderbilt, quien se ha dedicado a la investigación del significado connotativo, memoria implícita, entre otros temas) que aborda temas como la relación entre conocimiento tácito y la experiencia, las implicaciones del conocimiento tácito, y algunos apuntes sobre estructuralismo cognitivo. En este capítulo Franks es muy crítico de lingüistas que reducen la «estructura semántica» a un «sistema de manipulación de símbolos (SMS) «, que representa el conocimiento semántico «como si fuera un diccionario más reglas de proyección» (p. 245). Argumenta
que incluso esos aspectos especiales del significado generalmente confinados a la semántica no pueden derivarse completamente de contextos lingüísticos, como lo requiere el SMS. Aquí, también, los contextos perceptivos son finalmente decisivos: «La estructura del conocimiento que subyace al significado es el conocimiento perceptivo tácito… Las palabras son etiquetas para las clases perceptivas… Las relaciones sintácticas son convenciones establecidas para recortar integraciones de eventos perceptuales» (p. 249).
El capítulo 12 consiste en la presentación de William F. Brewer (autor además del primer capítulo del libro, actualmente docente emérito de la Universidad de Illinois, investigador de temas como la representación del conocimiento, estructura del discurso, memoria humana, adquisición del conocimiento y psicología de la ciencia) titulada El problema del significado y las interrelaciones con los procesos mentales superiores. Brewer argumenta, siguiendo a Husserl, que los significados, incluso de juicios perceptivos, no pueden derivarse de la percepción. Cercanamente relacionado con esto está la cuestión de si el enfoque de Gibson excluye la construcción del conocimiento fuera del conjunto de estímulos, o admite e incluso lo requiere (Weimer, en otra parte del libro, página 427, defiende enérgicamente este último punto de vista y critica colegas que adoptan, o se inclinan a adoptar, el primero).
El capítulo 13 resume la discusión Bransford – McCarrell – Franks.
El capítulo 14 Fundamentos algorítmicos para una psicología cognitiva, presentación de Robert Shaw y Michael McIntyre, junto con el capítulo 15 (que es una breve discusión de Shaw respecto a conceptos como coalición y estructura, revisando su aplicación de Foerster y Piaget), representan un trabajo de tipo epistemológico – científico, para discutir los conceptos de sujeto en estudio, y las leyes invariantes en psicología.
Los capítulos 16 y 17 son presentaciones de Terry Halwes disctuiendo teóricamente y luego en relación con propuestas prácticas, conceptos provenientes del modelo Gibsoniano de la percepción.
El capítulo 18, Aproximaciones holísticas y atomistas en neuropsicología, presentación de Robert M. Anderson describe como la influencia alterna de paradigmas holísticos y atomistas parece haber sido fructífera, realizando un interesante compendio de aportes en neuropsicología, actualizado para la fecha de la publicación del libro.
El capítulo 19 Hacia una tercera metáfora para psicolingüistas, es la presentación de George Miller respecto a cómo la psicolingüística ha evolucionado, desde una «fase uno» que guarda relación con el vocabulario directamente hasta una «fase dos» que incluye un análisis de las funciones cognitivas detrás de las palabras. El autor plantea argumentos que una lingüística futura, en una metafórica «fase tres» incluirá la atención hacia la referencia, los contextos de procedimiento, los dominios de competencia y los procedimientos involucrados en el uso del lenguaje. Manteniendo el tono de todo el libro, plantea que aunque los psicólogos cognitivos pueden llegar a un acuerdo, en algunos asuntos importantes, no hay lugar para la complacencia: incluso si el concepto precede a la palabra, comenta George Miller, esto no elimina nuestra ignorancia sobre «cómo son los avances conceptuales representados en el lenguaje. . . Además, demasiada satisfacción con la conclusión de que los conceptos preceden a las palabras puede tentarnos a ignorar el hecho, expresado elocuentemente. . . por Vygotsky, que la comunicación es un proceso social. . . Ignorar ese hecho sería abandonar valiosa orientación sobre qué desarrollos conceptuales son importante y merecedor de estudio «(página 400). Miller destaca una de las principales deficiencias de la obra en general, y de la que usualmente los psicólogos constructivistas adolecemos, y es el poco énfasis en la praxis social.
El capítulo final, un escrito a cargo de Walter Weimer, se titula Descripción general de una conspiración cognitiva: reflexiones sobre el libro. Probablemente constituye un capítulo demasiado conciso para la gran cantidad de aportes y conceptos que concilia. Aborda de manera resumida las líneas en «confrontación» (aprendizaje, conductismo y psicología cognitiva), el rol de la lingüística en psicología cognitiva, la naturaleza y representación del conocimiento y el significado, el problema de la percepción y la configuración de la realidad, el problema del conocimiento tácito, la relación entre psicología y neurociencias y los posibles horizontes de desarrollo en psicología cognitiva.
En suma, un libro necesario y útil para el estudiante, historiador e investigador de psicología. Imprescindible en el estante de los «clásicos» para el psicólogo constructivista. El lector puede utilizarlo como guía de consecutivas lecturas, definición de focos de investigación, revisión de hitos en la historia de la psicología, etc. Además, puede seguir los dos interesantes volúmenes posteriores:

Cognition and the Symbolic Processes: Volume 2
Walter B. Weimer y David S. Palermo
Editado por Psychology Press en marzo de 1982
Cognition and the Symbolic Processes: Applied and Ecological Perspectives
Robert R. Hoffman y David S. Palermo
Editado por Psychology Press 1991