
La evidencia reciente aborda la intrincada relación entre el consumo de cannabis, el trastorno por uso de cannabis (TUC) y una variedad de trastornos psiquiátricos. Los datos se derivan de estudios genéticos a gran escala, revisiones sistemáticas y análisis de cohortes, destacando los riesgos inherentes y las implicaciones clínicas relevantes.
El consumo de cannabis ha experimentado un aumento global, con aproximadamente 52.5 millones de personas en Estados Unidos (mayores de 12 años) reportando haberlo usado en algún momento de su vida. De estos, se estima que un 30% desarrollan trastorno por uso de cannabis (TUC), una condición de salud mental caracterizada por un patrón problemático de uso que conduce a un deterioro o malestar significativo (Galimberti et al., 2025).
Los hallazgos principales revelan una relación causal bidireccional entre el TUC y múltiples trastornos psiquiátricos, incluyendo la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno de ansiedad, el trastorno depresivo mayor y el trastorno de estrés postraumático (Galimberti et al., 2025).
Además, el consumo reciente de cannabis se asocia consistentemente con un empeoramiento de los síntomas y una menor respuesta a los tratamientos en individuos con trastornos de ansiedad y del estado de ánimo preexistentes. (Galimberti et al., 2025). El cannabis también puede desencadenar síntomas psicóticos agudos en una proporción de usuarios (Schoeler, Ferris & Winstock, 2022). Esto se muestra concordante con estudios previos, que señalaban cómo el consumo regular de cannabis, particularmente durante la adolescencia y la adultez temprana, incrementa el riesgo de desarrollar trastornos psicóticos como la esquizofrenia en personas genéticamente predispuestas (Hall & Degenhardt, 2008).
Estas conclusiones sugieren que el uso de cannabis podría exacerbar o precipitar la aparición de problemas severos de salud mental. Esta información posee profundas implicaciones para la práctica clínica, las estrategias de salud pública y el marco regulatorio del cannabis.
Relación genética bidireccional entre el trastorno por consumo de cannabis (TUC) y diversos problemas de salud mental
La investigación de Galimberti, Overstreet, Gupta et al., publicada en Nature Mental Health en 2025, representa un avance significativo en la comprensión de la relación entre el trastorno por consumo de cannabis (TUC) y diversos problemas de salud mental. Este estudio empleó análisis genéticos de asociación de todo el genoma (GWAS) para examinar las interconexiones genéticas entre el TUC, el consumo de cannabis y múltiples problemas psiquiátricos (Galimberti et al., 2025).
Los hallazgos principales de esta investigación son notables. Por primera vez, se lograron establecer relaciones causales bidireccionales entre el TUC y problemas como el trastorno de ansiedad, el trastorno depresivo mayor y el trastorno de estrés postraumático (Galimberti et al., 2025). Estos descubrimientos refuerzan investigaciones previas que ya habían identificado relaciones causales bidireccionales entre el TUC y la esquizofrenia y el trastorno bipolar (Galimberti et al., 2025). La naturaleza bidireccional de estas relaciones implica que la presencia de una condición psiquiátrica puede aumentar el riesgo de desarrollar TUC, y, recíprocamente, el desarrollo de TUC incrementa el riesgo de manifestar o exacerbar una condición psiquiátrica.
Un aspecto crucial de este estudio es la distinción que establece entre el «consumo de cannabis» y el «trastorno por consumo de cannabis» (TUC). Mientras que el consumo de cannabis per se mostró una relación causal apoyada por análisis de aleatorización mendeliana únicamente con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el TUC exhibió relaciones causales bidireccionales con la mayoría de los trastornos psiquiátricos evaluados. Esto subraya que el patrón problemático de uso, que define al TUC y se caracteriza por un deterioro o malestar significativo, es el principal impulsor del aumento del riesgo psiquiátrico, más que la sola exposición al cannabis (Galimberti et al., 2025). Esta diferenciación es fundamental para la formulación de mensajes de salud pública y para la orientación clínica, sugiriendo que los esfuerzos de prevención deben enfocarse en evitar la progresión hacia el TUC, especialmente en poblaciones vulnerables. Para los profesionales de la salud, la identificación del TUC en un paciente debe alertar sobre un riesgo psiquiátrico significativamente mayor (Galimberti et al., 2025).
El uso de análisis GWAS en este estudio proporciona una base biológica sólida para las relaciones observadas. Al identificar variaciones genéticas asociadas con enfermedades específicas, los investigadores pudieron cuantificar cómo el riesgo genético de una condición afecta el riesgo genético de otra (Galimberti et al., 2025). La detección de variantes genéticas compartidas y correlaciones genéticas significativas entre el TUC y trastornos como la esquizofrenia, el trastorno depresivo, el TDAH, el trastorno por estrés post-traumático y el trastorno bipolar apoya la noción de que ciertas predisposiciones genéticas aumentan la susceptibilidad tanto al TUC como a las afecciones psiquiátricas. Este hallazgo se alinea con la hipótesis propuesta por Hall y Degenhardt (2008) de que el cannabis puede precipitar la esquizofrenia en «personas vulnerables» con antecedentes personales o familiares de la enfermedad. La evidencia genética obtenida con esta metodología avanzada trasciende la correlación, sugiriendo una vulnerabilidad biológica subyacente compartida. Esto abre la puerta a la posibilidad de identificar, en el futuro, a individuos con mayor riesgo genético para implementar estrategias de prevención o intervención temprana más dirigidas.
Los efectos más pronunciados del TUC como factor de exposición se observaron en la esquizofrenia (efecto = 0.688), seguida por el TDAH (efecto = 0.468), el trastorno bipolar (efecto = 0.353) y el trastorno por estrés post-traumático (efecto = 0.264). Al considerar el TUC como el resultado, el efecto más fuerte se observó para el Trastorno Depresivo Mayor (efecto = 0.429) (Galimberti et al., 2025).
La siguiente tabla resume las relaciones genéticas bidireccionales identificadas:
Tabla 1: Relaciones genéticas bidireccionales entre el Trastorno por Consumo de Cannabis (TUC) y Trastornos Psiquiátricos (Basado en Galimberti et al., 2025)
| Trastorno Psiquiátrico | Relación bidireccional establecida | Efecto de TUC como exposición (valor) | Efecto de Trastorno Psiquiátrico como exposición a TUC (valor) |
| Esquizofrenia (SCZ) | Sí | 0.688 | No especificado |
| Trastorno Bipolar (BPD) | Sí | 0.353 | No especificado |
| Trastorno de Ansiedad | Sí | No especificado | No especificado |
| Trastorno Depresivo Mayor (MDD) | Sí | No especificado | 0.429 |
| Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) | Sí | 0.264 | 0.250 |
| Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) | Sí | 0.468 | No especificado |
| Anorexia Nerviosa (AN) | No (no significativa) | No significativa | No significativa |
Nota: Los valores de «Efecto» representan la fuerza de la relación causal inferida por los análisis de aleatorización mendeliana, donde un valor más alto indica un efecto más fuerte. Los valores no especificados no se detallaron en los fragmentos de investigación proporcionados.
Síntesis
Los estudios revisados convergen en varios puntos críticos, construyendo un panorama consistente de los riesgos psiquiátricos asociados al consumo de cannabis.
La investigación de Galimberti et al. (2025) establece una base genética para las relaciones bidireccionales entre el trastorno por consumo de cannabis (TUC) y una amplia gama de trastornos psiquiátricos, incluyendo la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la ansiedad, el trastorno depresivo mayor, el TEPT y el TDAH. Un tema recurrente en todos los estudios es que el cannabis, especialmente el TUC o el uso de variedades de alta potencia, no necesariamente crea una enfermedad psiquiátrica de novo en todos los usuarios, sino que actúa como un catalizador o un factor exacerbante significativo para aquellos con vulnerabilidades preexistentes (genéticas o clínicas). Esto también sugiere que el aumento de la prevalencia del consumo de cannabis podría conducir a un incremento en la morbilidad psiquiátrica al desvelar o empeorar condiciones latentes en una porción más amplia de la población.
Una revisión sistemática de 2018 demuestra que el consumo de cannabis empeora los síntomas y reduce la eficacia del tratamiento en trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.(Mammen et al, 2018). De manera similar, Schoeler et al. (2022) muestran que las personas con diagnósticos psiquiátricos preexistentes tienen un riesgo significativamente mayor de experimentar síntomas psicóticos agudos asociados al cannabis (CAPS). Estos hallazgos resaltan el papel del cannabis en la exacerbación de síntomas preexistentes.
Las relaciones bidireccionales identificadas por Galimberti et al. (2025) subrayan la complejidad de la cadena de causa y efecto. No se trata solo de que el cannabis cause trastornos psiquiátricos; los trastornos psiquiátricos también aumentan el riesgo de desarrollar TUC. Esto crea un ciclo vicioso donde cada condición puede perpetuar la otra. Esta complejidad implica que los modelos simplistas de «causa y efecto» son insuficientes y que las intervenciones deben considerar ambos aspectos. Clínicamente, esto significa que el tratamiento de los trastornos psiquiátricos debe incluir de forma rutinaria el cribado y el abordaje del consumo de cannabis/TUC, y viceversa. Los modelos de atención integrada que abordan tanto el uso de sustancias como la salud mental son cruciales. En salud pública es posible considerar esta compleja interacción, yendo más allá de las advertencias simplistas y educar respecto a la naturaleza cíclica del riesgo, lo que podría motivar a las personas con problemas de salud mental a evitar el cannabis.
Referencias
- Galimberti, M., Overstreet, C., Gupta, P. et al. The genetic relationship between cannabis use disorder, cannabis use and psychiatric disorders. Nat. Mental Health 3, 700–708 (2025). https://doi.org/10.1038/s44220-025-00440-4
- Schoeler, T., Ferris, J. & Winstock, A.R. Rates and correlates of cannabis-associated psychotic symptoms in over 230,000 people who use cannabis. Transl Psychiatry 12, 369 (2022). https://doi.org/10.1038/s41398-022-02112-8
- Hall W, Degenhardt L. Cannabis use and the risk of developing a psychotic disorder. World Psychiatry. 2008;7(2):68-71. https://doi.org/10.1002/j.2051-5545.2008.tb00158.x
- Mammen G, Rueda S, Roerecke M, Bonato S, Lev-Ran S, Rehm J. Association of Cannabis With Long-Term Clinical Symptoms in Anxiety and Mood Disorders: A Systematic Review of Prospective Studies. J Clin Psychiatry. 2018 Jun 5;79(4):17r11839. https://doi.org/10.4088/JCP.17r11839
